sábado, 31 de agosto de 2013

Él sólo quería volver a ser guapo otra vez.

Era un hombre aparentemente muy ocupado. Un alto ejecutivo siempre con su maletín en mano y pegado a su teléfono móvil. Nunca le encontrarías de otra manera.

La realidad es que todos esos bártulos eran una mera artimaña que este pobre hombre utilizaba para camuflar una discapacidad física.



Su cuello dislocado y sus brazos inmóviles eran algo de lo que se avergonzaba. No le juzguen por ello.



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