Recientes descubrimientos revelan que el santo no era el campesino mozárabe que tanto veneran los madrileños, sino su perro. Parece ser que la confusión llegó porque el perro era de la raza labrador y se llamaba Isidro, nombre poco adecuado para un perro. En la vivienda del santo han sido hallados muchos indicios de que allí vivió un perro, huesos roídos, ratones de peluche, pelotas de tenis de la época, etc. "
Es muy sospechoso que hasta ahora nadie se hubiera planteado que San Isidro fuera un perro"- señalan los responsables de la investigación
-"una de las reliquias más queridas por los madrileños es un plato de perro en el que pone ISIDRO". Además, se han encontrado cartas del patrón de Madrid a un amigo suyo de la infancia en las que el contenido hace referencia a la gran bondad de su perro. Parece ser que los milagros atribuidos al santo fueron obra del perro, tanto el de labrar el campo mientras su dueño estaba en misa de una como el de sacar al niño del pozo.
Fotografía de Isidro, el perro en cuestión.
La noticia ha conmocionado a los ciudadanos. "Yo no me lo puedo creer, así que no me lo creo" afirma una señora con una pamela rosa. "Yo me lo imaginaba, por eso de perro labrador poco mordedor" declara un niño de cuatro años de la mano de su madre. "Nano, esto va a cambiar los libros de historia, ¿sabes lo que te quiero decir? Ese perro es un crack, ¿vale? nadie puede ser mi tocayo y no serlo, tete" asegura Labrador, de Gandía Shore. La comunidad de perros labradores ha convocado marchas a favor de que se reconozcan al perro Isidro todos los honores que se le han estado dando al dueño desde el año 1622.
No hay comentarios:
Publicar un comentario