Ella estaba en la oficina como
cada mañana. Tecleando tranquilamente en su ordenador, sonriendo a cada
compañero que pasaba:
“Buenos días”
“¿Cómo estamos?”
Parecía una mañana de lo más
normal. El teléfono sonando, típicos chascarrillos de fondo “Hoy estamos de
lunes eh, jeje”. El día transcurría sin incidentes.
Hasta que, de repente:
Perdió la consciencia.
Poco a poco los compañeros fueron
dándose cuenta. Alarmados, llamaron al Samur. Nadie tenía muy claro cómo
proceder. Algunos se agolpaban para intentar ayudar, otros les instaban a
apartarse, porque impedían el paso del aire. “Por favor alejaros, que respire!!”
Parecía que tenía pulso, pero no
volvía en sí.
“¿Habéis llamado a la ambulancia?”
Preguntaban algunos. “Tenéis que colocarla así” sugerían los más entendidos.
Los minutos se hacían eternos, la
gente estaba cada vez más nerviosa, y el samur parecía que no iba a llegar nunca.
Pero, pasados unos minutos…
¡Por fin llegó! Se dispusieron a
examinarla y ejecutar los típicos procedimientos de reanimación. Tampoco los enfermeros
conseguían dar con la clave de lo que podía haber ocurrido, de una forma tan
repentina.
Minutos después, lograron
finalmente recuperar su estado habitual. No fue hasta que volvió en sí, cuando se
desveló la verdad.
Al final lo que tenía era
Mazo de sueño.
Se había quedado despierta viendo Buenafuente y ahora no veas.
Se había quedado despierta viendo Buenafuente y ahora no veas.
FIN
PD1: ¿¿no era que estaban de lunes?? Buenafuente no lo dan los domingos. ¿QUIÉN MENTÍA?
PD1: ¿¿no era que estaban de lunes?? Buenafuente no lo dan los domingos. ¿QUIÉN MENTÍA?
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