viernes, 29 de diciembre de 2017

EL GENERAL MOLA (o Malditos Bastardos a la española)




El general Mola esperaba las últimas recomendaciones para acceder al poder. Era su día. Vestía un esplendoroso traje militar verde, con todos sus galones y medallas reluciendo desde el pecho henchido por la sensación del trabajo bien hecho. Y es que el general había terminado con éxito su última misión, su más reciente campaña que había conseguido con cierto tiempo y tino: un juguete Baby Born que se hacía pipí y caca. Había más hacedores de juguetes en el Reino que se disputaban el poder, entre ellos un tal Francisco Franco, Paquito para los amigos. Era tan encarnizada la lucha por ver quién conseguía el juguete más molón que esta desavenencia dio lugar a numerosas peleas y enfados entre ellos. Paquito, que era muy bajito, le llevaba la delantera a Mola pues sus juguetes eran más originales y atraían la atención de grandes y chicos por igual. Pero el bueno del general no quería dar su brazo a retorcer de forma tan sencilla, por eso pidió que le amputaran ambos brazos para evitar este problema. En el hospital, una vez recuperado de las heridas, en el camastro de la habitación y con sus dos muñones por extremidades, se dio cuenta de que así jamás podría volver a hacer ningún juguete. “Me cago en la puta”, fue lo último que se le escuchó al general. Y es que este general… mola.

 PD: La entrada en realidad no iba de esto, iba de poesía:

El general Mola, mola el general
En la nariz gafas de Harry Potter
En el cuerpo y en la cara un pegote
No será Zac Efron pero ni tan mal

Medalla Militar Individual
Mayor General jefe de rebote
No queda nadie que no se alborote
Con su blancura y limpieza bucal

Juguete caganet y cerresiete
Lamentable tratamiento militar
Molinicos, provincia de Albacete

Quién te viera refulgente festejar
En el mus una mano de perete
Coronando una gran noche en aquel bar

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