miércoles, 25 de abril de 2012
Sube al bus, Gus
El otro día iba yo en el autobús hacia Plaza de Castilla y como había madrugado mucho, me moría de sueño. Así que pensé "voy a cerrar los ojueletes un momento". Lo que pasó es que cuando cerré los ojos, y de pronto vi a un tío que se me acercaba y me soltaba un guantazo alegremente. Alegremente él, yo no estaba alegre. Conozco a pocas personas que se alegran cuando les abofetean y yo no soy una de ellas. Lo que quiero decir es que me imaginé que eso pasaba, no pasó de verdad, pero es que vi esa imagen absurda nada más cerrar los ojos con una claridad como la de los sueños. No se, fue muy raro. Me asusté y todo. Luego me reí porque mi cerebro está loco y luego me asusté otra vez y ya no volví a cerrar los ojos. Nada más, eso era lo que quería compartir con vosotros. ¡Olé!
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