Thomas se encontraba sentado en el porche de su casa pensando en el yate con forma de brazo de gitano que se compraría con sus ahorros de toda la vida.
Faltaban pocos días para su jubilación y no podía esperar a salir al mar para conducirlo vestido de payaso triste, que era su sueño desde niño. Al fin y al cabo después de 40 fieles años de servicio para la agencia de detectives mas eficaz de la costa este, se merecía una recompensa.
En ese momento sonó el teléfono...
Thomas contestó el teléfono con un "Aló alóooooo?" Y algo aún más aterrador se escuchó a través del aparato:
"Hola Thomas, soy tu primo Burkino Russell. Te llamaba para darte la enhorabuena por tu jubilación. Ojalá yo pudiendo ir a la fiesta".
Thomas colgó el teléfono sin contestar, visiblemente asqueado. ¿Qué era esa mierda?. "Ojalá" debe ir con un verbo conjugado en modo subjuntivo, o con una subordinada, no con el sintagma nominal. Después de perder el conocimiento y recuperarlo varias veces debido al sofocante calor de Sri Lanka, Thomas decidió que ya estaba bien de no saber eso del ojalá, que puede que estuviera a punto de jubilarse pero aun tenía el afilado olfato de un pulpo con hocico de sabueso... y llegaría al fondo del asunto.
Apagó el documental sobre Sri Lanka que estaban echando por la tele, que le había hecho desmayarse por pura empatía, y se sentó delante del ordenador. Pero Thomas era tan feo tan feo tan feo que saltó el antivirus! JAAJAJAJA
En fin, desactivó el antivirus y se metió en twitter, deseoso de contar a todos sus seguidores cual sería el próximo caso que investigaría, y entonces....
No podía ser. Twitter estaba plagado de frases con el Ojalá mal usado: "Ojalá una batería de móvil marca Jordi Hurtado"
"Ojalá unos juegos del hambre de políticos y cuñaos"
...
Comenzó su investigación en ese preciso instante buscando el origen de esta moda de mierda hasta que llegó a la frase : "Ojalá lavadoras con Windows para que se cuelguen ellas solas" que databa del año 2013. Fue la frase de "ojalá" mal usada más antigua que pudo documentar.
El autor del twit era nada mas y nada menos que el actor Christopher Lee, de modo que había un triple inconveniente, ya que no le conocía personalmente, era famoso y había fallecido recientemente. El caso se ponía interesante... ¿Qué hacía una personalidad como Christopher Lee implicada en todo esto? Sería mucha casualidad que muriera pocos meses después de escribir el twit, a la tierna edad de 98 años? ¿Cómo demonios se va a colgar una lavadora, no se referiría a la ropa? Después de apuntar todo esto en un bloc de notas, Thomas concertó una cita con el pariente vivo más cercano de Christopher Lee: su padre, Christopher Lee Senior.
Se citaron en el Chiki Park porque Christopher Lee Senior tenía un cumpleaños. Entre zambullidas a la piscina de bolas y guerras de lanzamiento de ganchitos, Thomas le habló sobre la moda del Ojalá. Christopher Lee Senior se paró en seco y su cara estaba descompuesta. La barbilla en el suelo, la nariz en el hombro, un ojo en la nuca... una vez recompuso su cara de nuevo le dijo a Thomas que se hiciese un favor a sí mismo y dejara de indagar. Lo cual no hizo sino alimentar aún más su curiosidad.
Pero no pudo preguntar más a Christopher Lee Senior porque ya le estaba llamando su padre, Christofer Lee Senior Senior, para irse a casa. De modo que Thomas optó por el único recurso que le quedaba: visitar al Community Manager de Christopher Lee, "Viridio Sansone Zubizarreta".
Thomas llegó a la dirección que había encontrado en Linkedin, una lujosa casa en medio de los jardines del rey Pimponeto. Thomas golpeó fuertemente el portón al grito de "Abran la puerta!! Esto es una investigación policial!! Es algo relacionado con el twitter!!! Abran maldita sea!!! Pretty please!!"
...."¡Abridme porfa pliiis!!" Siguió gritando... "¡venga vaa!!! Porfitaa!"
No recibió respuesta alguna. Entonces, resignado, se sentó en la escalinata de la entrada y suspiró mientras murmuraba entre dientes; "Ojalá vosotros abriéndome la puerta....."
2 segundos y medio después, el portero automático se activó, abriendo la puerta sin mediar palabra.
Thomas se hizo un Selfie para inmortalizar el momento y tardó tanto que la puerta se cerró. Así que tuvieron que abrirle otra vez. Prrrrrrrrrrrrrrrrr prrrrrrrrrrrrrrrr.
Hasta que Thomas dijo: yaaaaa!!! Mientras entraba a la lujosa mansión.
Tras un enorme pasillo de oro unos mil kilómetros llegó a la sala principal, de doscientas hectáreas de mármol zafirado. En las escaleras, esperaba el ser más estrafalario de todos. Delgado y cabezón como una cerilla, con largos y finos bigotes y una capa de la reina Isabel de Inglaterra. "Señor viridio, i assume" dijo Thomas con su manía de seguir hablando a veces en inglés.
—Mister zubizarreta, indeed.— Contestó Viridio, siguiéndole la corriente. —¿Qué le trae a mi humilde morada? JA JA JA! —Rió Viridio irónicamente.. —ni es humilde ni es morada!! Estoy forrado y es toodo dorado como te habrás dado cuenta.—
—En efecto míster Zubizarreta Indeed, me he percatado de que tiene usted algunas valiosas posesiones. Imagino que twitter es un negocio al alza. Me alegro por usted pero, ¿Cree que eso justifica que modifiquen ustedes a su antojo el correcto uso de la lengua española?—contestó Thomas.
—Mire, señor investigador Thomas, cuyo nombre sé gracias al narrador, porque usted no me lo ha dicho; yo no tengo nada que ver con ese asunto. Le he abierto la puerta porque estoy de su lado. También quisiera desvelar ese misterio, y me interesa la información que usted pueda recabar... Hay una cosa que aprendí de Enrique Iglesias: si me das, yo también te doy, si te vas yo también me vooy.... 🎵así que le propongo un trato: le daré los contactos que necesita, si comparte conmigo la información. ¿De acuerdo? o lo Thomas o lo dejas! JA JA JA!
Entonces Thomas se disponía a darle su preciada información a Viridio, cuando empezó a sospechar... todo esto había sido demasiado fácil... solo había tenido que rastrear a los matusalémicos ancestros del fallecido Christopher Lee y recorrer incontables kilómetros por localizaciones desconocidas... algo fallaba... Thomas estrechó la mano a Viridio y aprovechó para levantarle la manga de la bata de la reina y... ¡¡¡ sorpresa!!! Este no es el verdadero Viridio!!!! Es una muñeca hinchable con una grabadora pegada en la boca con celo!
"Me han engañado!!!" Pensó Thomas... pero por uno de esos azares definitivos del destino, justo cuando miró al cielo para maldecir vio al verdadero Viridio saltando por la ventana, dispuesto a huir.
Thomas corrió escaleras arriba para alcanzarle, después se dio cuenta de que mejor retroceder escaleras abajo para esperarle en la calle, y así se ahorraba saltar por la ventana detrás de él y romperse los tobillos, quizá también la cadera. Recordemos que Thomas está a punto de jubilarse, y ya su cuerpo no es el mismo.
Así que comenzó a perseguirle desde la calle, mientras suena una música frenética saltan coooches... empujan señooooras.... tiran perioooodicos.... yo que sé, de todo. Bueno que al final le atrapa en un callejón sin salida, y Viridio, tirándose pedos de miedo que tiene le hace una confesión:
—Me envía ... prrrrr 💨 la Comisión Nacional de tuiteros.. prrr💨...—
—¿Dónde puedo encontrarles??
—en... los confines de Internet.... o sino en el Starbucks de Gran Vía.
Thomas le soltó con desprecio, satisfecho con la información.
Después de abandonar a tan deleznable ser, Thomas cogió el metro para ir a Gran Via. Pasó el viaje fabulando sobre lo guay que iba a ser cuando apareciera allí con su placa y su pistola, deteniendo a todo quisqui y poniendo así un glorioso punto y final a su carrera como detective. Probablemente se pondría un abrigo de esos que tienen como pelo, desabrochado, gafas de sol, y caminaría con los ojos cerrados y mascando chicle mientras sonara "twenty dollars in my pocket" y aparecían los títulos de crédito... pero el destino tenía otros planes. Cuando llegó a gran vía, ya no había Starbucks, estaba todo chapado. Buscó en los registros del ayuntamiento, en la oficina central de Starbucks, y nada, era como si nunca hubiera existido. Al día siguiente, el cuerpo de Viridio apareció completamente mutilado, con un brazo metido en la boca y la palabra "chivato" tatuada en su frente. El informe policial hablaba de un claro caso de suicidio.
Como no había logrado encontrar a los tuiteros en el Starbucks, no le quedó otra que buscarles en los confines de internet, tal como le indicó Viridio que en paz descanse. Así que buscó CONFINES en internet y le aparecieron dos cosas:
1. CONFederación de INtelectuales de ESpaña
2. Municipio de Santander (Colombia)
Le pillaba mas cerca España así que fue allí, aunque precisamente muy intelectuales no le parecían los tuiteros, usando así de mal la interjección «Ojalá».
Thomas Se dirigió a la sede esa misma mañana...Cuando llegó llamó al portón "Abrid maldita sea!! Porfa plis!!" Y todo eso... pero nadie contestaba... Thomas forzó la cerradura gracias a los conocimientos que adquirió cuando fue ladrón de órganos en El Cairo... la puerta se abrió chirriando... Thomas avanzaba en la oscuridad, con la mano en la pistola... se movía despacio, a grandes pasos, silencioso como una sombra... entonces se dirigió a la oficina del director... abrió la puerta... y flash! La luz se encendió de repente y... "SORPRESAAAAAA!" Y ahí estaban todos sus seres queridos, desde sus familiares hasta su más viejo amigo, Burkino Russel... quién había liderado toda la trama para poder ocultar la fiesta sorpresa de jubilación a uno de los mejores detectives que jamás haya honrado el cuerpo! Feliz jubilación, Thomas!! Ojalá tú mucho disfrutar de tu merecido bocadillo!
Fin
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