sábado, 28 de enero de 2017

Jorge


Saludos, terrícolas. No, no soy un extraterrestre, soy de la Tierra. Pero vosotros también, no? Pues eso, saludos, terrícolas!

El otro día fui a la feria. Después de subirme a los caballitos, comer algodón de azúcar y ganar un peluche para Peggy Sue, me fijé en una pequeña tienda, cubierta con una carpa (una carpa de circo, no el pez) y con una sombra sentada dentro.

No pude resistirme a entrar y la sombra se convirtió en un estereotipo de vidente. Podría describirlo, pero todos os la imagináis ya, y si la describo, voy a utilizar todos los tópicos para satisfacer vuestra imagen mental y cumplir el estereotipo, así que, por qué no nos saltamos la descripción y os la imagináis? Todos sabemos cómo queremos que sea la vidente, vieja, con una verruga, con collares, un pañuelo en la cabeza… mierda, al final la estoy describiendo, menuda pérdida de tiempo, este párrafo… podéis saltároslo!

El caso es que la buena mujer se ofreció a leerme las cartas a cambio de dinero en curso legal. Yo estaba pensando excusas para escabullirme mientras decía “bueno…yo…eh…” ya sabéis, interjecciones random para ganar tiempo, pero antes de que se me ocurriera nada, me dijo algo muy perturbador… me dijo que aparecía una presencia detrás de mí. Yo no le di mucho crédito, pero luego en casa ya me empecé a asustar, porque si tenía una presencia, debería ir desnudo por la casa? Debería poder hablar solo? Y si se ofende? No no, no podía tolerar eso, de modo que, esa misma noche, volví a la feria, a ver a la vidente, pero su tienda había desaparecido y me dijeron que allí nunca había habido una vidente… jaja que no, hombre, estaba ahí, todo normal, jaja qué te crees?

Entré y me dijo cosas de “anda mira quién ha vuelto” y esas cosas, y le dije que me contara más de mi presencia, "tell me more, tell me more" le decía yo, que le pagaría con dinero en curso legal. Entonces me dio una especie de tablero con imágenes de espíritus reconocidos por los místicos, cada uno con un poder y una fortuna diferentes… y yo tenía que preguntarle por características externas que pudiera ver para ir descartándolos mientras ella se ponía en trance y fumaba incienso a palo seco. Así, yo preguntaba “es un hombre?” y ella me decía “sí”, y tenía que descartar a las mujeres espectro. Los espectros hembra. “lleva sombrero?” y así. Al final, este era mi espectro:






Jorge. No tiene cara de ser un fantasma bueno, pero en fin, mi dinero me costó, así que pienso disfrutarlo a tope!

Y ese ha sido mi pavoroso relato de terror en este maratón especial de halloween en carrusel perverso, espero que lo hayáis gozado cosa rica! Sí queréis saber qué espíritu os persigue, os puedo conseguir el tablero místico este. Hay algunos que son hombres pero parecen mujeres, como Pablo, que se pinta los labios… eso sí que es chungo. 


Adíos!

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