jueves, 15 de septiembre de 2011

Japan is different

Hola niños y niñas. ¿Cómo os están creciendo las uñas? Bien, espero. Hoy vengo con algo nuevecito, japonés, metafísico y poligonal. Primero ved el vídeo y después hablamos.



La verdad es que da miedo. La niñas abre la nevera con toda su buena intención y le dice a su madre que no les queda leche. Ahí es cuando a la madre se le desbloquean sus perturbaciones mentales y comienza a acercarse de manera escalofriante (00:03). En la siguiente escena vemos a la niñas moviéndose de la misma manera, lo que se deduce es que la madre le ha mordido y le ha contagiado su espíritu de marioneta loca. Después de varios saltos y desvaríos de carácter nipón, madre e hija llegan a la mismísima calle de la familia Nohara, la familia de Doraemon (00:13), y le alteran su relajante jornada regando las plantas a un pobre abuelo que su único delito es llevar calcetines con sandalias, eso sí, a juego con el jersey sin mangas. El baile demencial continúa calle arriba y abajo por escaleras y peluquerías antiguas, incluso se atreven a volver loco a un señor que está leyendo un libro al lado de la ventana en un décimo piso. Seguramente el libro que lee sea "El curioso caso del jersey sin mangas" ya que a los ancianos de Japón es una prenda que les gusta usar mucho. En los segundos 00:20 y 00:21 vemos un plano muy raro. Primero, la madre y la hija se acercan peligrosamente a una señora en bicicleta que lleva puesto un peto vaquero encima de un pijama de vacas. Un segundo después, la señora sigue en la misma posición pero la madre y la hija se alejan como si el mundo hubiera cambiado de lugar en vez de moverse ellas en él. Después de atajar unas cuantas calles haciendo el yamakasi llegan al supermercado. No hace falta que pregunten dónde está la leche, se saben de memoria el camino hasta la sección de lácteos después del numerito que han aprendido a hacer cada vez que se quedan sin leche. Las cajeras ya se saben el juego. Antes se preocupaban de que no hicieran daño a ningún cliente pero ya solamente avisan por megafonía "A ver, que vienen las locas de la leche" y todo el mundo sabe lo que viene después.

Bueno, monstruos del espacio. Bebed mucha leche, que tengáis unos huesos fuertes. Eso sí, no os paséis u os pasará como a la señora loca y su hija. ¡Hasta luego!

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Qué puedo decir de esa curiosa forma de rascarse el ojete a partir del 0:20.
    La mamá alivia su picor sin necesidad de tocar el ano. La mano no toca el ano.

    ResponderEliminar