¿Qué veis? El logo de la Casera, que tanta alegría y momentos de bocio nos ha dado. Pero ¿qué más? Una casita feliz. No es ninguna casita feliz. Es una casita mentirosa. Se hace llamar a sí misma Casera y es una casa! ¿Qué me estás contando, casa del averno? A lo mejor es la casera de verdad (la dueña de la casa) lo que pasa es que tiene una cabeza pentagonal que le encaja perfectamente con la pared que le falta a la casa. Vaya usted a saber. Nos quedamos igual que estábamos. Mejor irnos a dormir. ¡Camarero, un café por favor!
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