¿Qué tal caraculos? Hoy vamos a hablar de las chanclas tanga. Todos sabéis cuáles son:
Esas son. Las chanclas de toda la vida, las de la piscina y la playa. Pero si son comodísimas me diréis. La pregunta es ¿para quién?. Porque para mi no lo son. Son un cacho de goma pegada con un trozo de plástico. Yo no se por qué la gente lleva eso ahora, supongo que será para que sus dedos tengan un toque sexy y las personas a las que les gusten los pies (o sea, los podófilos) se fijen más. Lo que conseguimos así, mostrando los pies sin ningún decoro es quitarles la dignidad y que todo el mundo les trate como un objeto. La Asociación de Pies Ofendidos ya ha convocado una marcha para manifestarse en contra de este tipo de chanclas depravadas.
Además, lo que me fastidia no es eso. ¿Qué pasa con las ranas? Las ranas no pueden llevar eso en las patas.
Aquí ya empezamos a hablar de discriminación. Pues las ranas están hartas de estar con las zapatillas de deporte en verano, dicen que sudan mucho y que les salen ampollas. Además, ellas quieren ponerse guapas y salir a ligar con unas chanclas puestas. Entonces, como no podía ser de otra manera, las ranas tienen un plan para boicotear a los humanos. El plan consiste en colarse en las casas y poner a las personas membranas entre los dedos. Así nadie podrá usar nunca chanclas tanga porque estarán demasiado ocupados pensando cómo poder meterse el dedo en la nariz.
Por si no me creéis, os dejo la prueba de que su plan ya ha empezado.
Cuidado vegetarianos. Vosotros sois los primeros.
Víctor
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