martes, 19 de julio de 2011

El Tábano

Hola, pensábamos que sería un insólito fenómeno lingüístico si escribiéramos un artículo únicamente con términos esdrújulos. Permítanme que haga mi específico pórtico: soy Gúliver Mórtimer, y voy a hablar del tábano.


El tábano es un artrópodo de anómala índole, con unas características psicológicas de problemática búsqueda académica. Véanlo, para lo íntimo son muy simpáticos pero en lo público, más ásperos. Arman escándalo los muy energúmenos, con sus apéndices exoesqueléticos, y si quisiéramos enmudecérselos, en lo teórico, hay que pedírselo rápidamente, pero en la práctica no son unánimes.

Uno se siente mísero cuando le pican coléricos, con sus órganos venenosísimos, o mordiéndote con sus mandíbulas, pero en lo histórico luego no es tan trágico, y sus síntomas típicos son más bien efímeros, y siempre hay bálsamos para hacer el tránsito más cómodo.

Su política es atípica, no son ni nómadas ni están estáticos, no son herbívoros ni son carnívoros, y mientras hay súbditos pusilánimes, también aristócratas. Hay fanáticos y hay pacíficos, los hay inútiles y estúpidos y los hay filósofos, o científicos, pero van al unísono con mucho ánimo. Nótese lo irónico.

Tienen un espíritu frenético, que deja insípido el más fantástico espectáculo de los omnívoros.

En síntesis, que no son idénticos. Pero eso es lógico.

Y este es el rótulo final para este cúmulo de excéntricas imágenes. En épocas próximas haremos públicos unos inéditos fascículos de hazañas bélicas. El miércoles, o el sábado. Pero no en vísperas. Lóbrego, intrépido, próspero… Bueno, me voy, que estoy hasta la próstata de tan ridículo artículo.

Adioooooooooooooooooooooós!!!! LOVEU!!!!! :D

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